La charla fue muy distendida y divertió a todos los presentes: Hugo, Jon, Gabriel, Onelia, Mónica, Cristina, Teresa, Víctor y Joaquín. Este último tuvo la excelente idea de fundar un grupo amante de la literatura y citarlos periódicamente, una vez al mes. El próximo encuentro ya tiene fecha: 19 de febrero de 2010. Un mes que se va a hacer largo. El clima generado no pudo ser mejor. Joaquín moderó y planteó la tertulia con mucho afecto e interés.
Faltaron algunos, pero no en la boca de los presentes que, como si estuvieran en los mentideros de antaño, casi sirvieron de lengueteros a la vieja usanza.
Las ansias de comenzar a hablar de literatura no se hicieron esperar. Mónica y Cristina dijeron en un principo que tenían cena poco más tarde y, acertadamente, Joaquín predijo que no iban a tener ganas de irse y así fue como se marcharon algo remolonas a su cita.
Todos compartimos nuestros gustos literarios para finalmente proponer al grupo un libro que leyésemos y luego comentásemos todos: “En tierras lejanas”, Herta Müller; “Intimidad”, Kureishi; “Sauces ciegos,”, Haruki Murakami; “El cielo protector”, Paul Bowles; “La soledad de los números primos”, Paolo Giordano; “La tiranía de la comunicación”, Jesús Cacho; “Crónica de una muerte anunciada”, García Márquez; “Imperio”, el amigo Kapuscinsky; “El espejo del mar”, Joseph Conrad; “El amor en los tiempos del cólera”, García Marquez otra vez; “Sicilia, invierno”, de Ignacio Ferrando; “Diccionario Jázaro”, de Milorad Pavic.
Se realizó la votación y se produjo un empate: En tierras lejanas y Diccionario Jázaro. En el desempate la balanza se inclinó ligeramente hacia Milorad Pavic con Diccionario Jázaro.
Comenzaba pues la andadura de esta nueva tertulia literaria en Madrid, con muy buenas sensaciones por parte de todos los contertulios y con una fragancia de amistad y buenos momentos que lo impregnaba todo.
Quedamos en que en nuestra próxima reunión decidiríamos el nombre de la tertulia, pero la impaciencia por comenzar el blog nos ha aventurado a comenzar con este. Por supuesto, en internet se puede cambiar cualquier cosa.
Víctor y Jon, Madrid, 16 de enero de 2010
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